Los cartones que Goya pintó para las distintas estancias de los reyes Carlos III y Carlos IV decorarían los reales sitios, y permitirán adentrarnos en una atmosfera de aire libre y ensoñación donde los pájaros, en este caso una marica o urraca nos permiten salir a un mundo exterior… ahora vacío y casi hostil…
He pensado hoy en esta obra de Goya como una forma de evasión primaveral en un día casi invernal.